El seguro de mala praxis cubre reclamos de terceros por errores, omisiones o negligencias en el ejercicio profesional, incluyendo gastos legales y posibles indemnizaciones.
En muchas instituciones y colegios profesionales es un requisito obligatorio para poder ejercer, además de ser una herramienta de protección personal ante reclamos.
Aunque es más común en salud, también existe para abogados, arquitectos, ingenieros y otros profesionales que puedan enfrentar reclamos por su actividad.
Sí, la cobertura suele abarcar tanto la práctica privada como la institucional, siempre que estén declaradas en la póliza.
Sí, los seguros de mala praxis ofrecen planes adaptados para médicos residentes, estudiantes avanzados y profesionales en sus primeros años de actividad.